¡¡Por fin llegaron los 3 puntos!!

De Gea, protagonista ante el Zaragoza

Un mes de competición ha sido necesario para que el Atlético de Madrid consiguiese su primera victoria, y fue ante el Zaragoza en el Vicente Calderón por 2-1. No es para estar excesivamente contento, pero por fin parece que el conjunto rojiblanco va cogiéndole el pulso a la competición, pese a la decepcionante derrota del miércoles anterior ante el Oporto.

El equipo salió enchufado al partido y nada más comenzar este, Jurado acertaba en un mal despeje de la defensa maña. El de Sanlucar se ha ganado un puesto en el once de Abel y por fin, está respondiendo a lo que de él se esperaba. Le falta algo de continuidad, pero su calidad es algo que no puede desperdiciar el Atleti.

Pero ese gol no hizo que el Zaragoza se viniese abajo, si no todo lo contrario. El equipo de Marcelino quiere jugar al fútbol, aunque le falta gol. Prueba de ello es el penalty que falló Babic. Esta jugada sirvió a De Gea para doctorarse en el Calderón y resarcirse del error que tuvo en la acción que propició la pena máxima. Parece que el manchego vale lo que algunos apuntaban, y ahora digo yo, ¿que hacemos con dos porterazos jóvenes?. Veremos quien es el que no progresará en el Calderón. De momento, Asenjo parte con ventaja.

El Atlético por fin, mostró claros signos de mejoría en esta primera parte. Por fin tenemos un lateral derecho (¿cuantos partidos han hecho falta para ver que Ujfalusi rinde bien ahí??), Simao y Forlán se van entonando, y hasta Cléber hace cosas interesantes. Con ese poquito, el conjunto rojiblanco pudo aumentar la renta antes del descanso, pero no hubo suerte.

Tras el descanso, el partido seguía  con la misma tónica. Dominio infructuoso del Atleti y peligro del Zaragoza a balón parado, con un Jorge López al que es una delicia verle poner los balones parados. Y al final, el dominio dió sus frutos. Tras dos buenas jugadas de la delantera atlética, una falta provocada por Agüero fue aprovechada por Antonio López para abrir su cuenta de la temporada. 2-0, parecía que el partido tenía claro color local, pero no.

Por supuesto, faltaba la jugada tonta de la defensa de todos los días, y esta vez con nombre propio. Perea falla una medio chilena al despejar el balón y este queda en los pies de Arizmendi. Ujfalusi, atento como toda la noche consigue tocar el esférico, pero el colegiado Burrull no dudó en señalar la segunda pena máxima en contra del Atlético. En esta De Gea no pudo hacer nada y Ewerthon puso el 2-1 con 20 minutos por jugarse. 

Abel, en un ataque de entrenador de estos que le dan de vez en cuando, quitó a Agüero para meter a Reyes (más tarde quitaría a Forlán) y el utrerano agradeció los aplausos del Calderón (cosa rara) cuajando unos buenos minutos y sirviendo a Maxi el tercero en bandeja, que la fiera, incomprensiblemente, falló. Y así, entre jugadas de peligro locales y balones parados visitantes, el partido llegó al final, justo después de que De Gea tuviese tiempo para mejorar aun más su partido sacando una falta peligrosa de Jorge López. Primeros tres puntos para el Atleti, y la gente contenta, no por el juego desplegado si no por la falta que hacía ganar.

Gran partido de De Gea, con 3 paradas de mérito y, sobre todo, dando una seguridad por alto impropia de su edad. También me gustó mucho Ujfalusi, tanto en defensa como en ataque, así como Jurado. Aun esperamos que los de arriba empiecen a espabilar, pero hay que destacar, que este año parece que tenemos bastante más gente capaz de anotar gol que ayuden a nuestros dos delanteros estrella.

Pero ojo, que estos árboles no nos impidan ver el bosque que hay detrás. El equipo aun ha de mejorar mucho para llegar a un nivel aceptable, y este inicio lamentable de campeonato no puede quedar en nada. Los culpables siguen ahí, y como todos sabemos, no están en el cesped. Fernando Sánchez Postigo, en su blog (http://fernannn1.blogspot.com/) ya lo apunta, no puede ser que por ganar 2-1, raspados, a un Zaragoza, lancemos las campanas al vuelo y nos vayamos a casa tan felices. El Atleti fue mucho más que eso, y en algún momento, entre todos, tendremos que recuperarlo.