El Calderón castigó a su equipo y se equivocó con Pernía
Ni ganas, ni tiempo para escribir el Viernes acerca de lo que los sinvergüenzas que visten la "gloriosa" elástica rojiblanca hicieron en Santander. Pero si que hay de ambas cosas para hablar de lo que sucedió ayer en el Calderón, y más que del partido, de lo que rodeó al mismo. Y tengo que decirlo, no me gustó lo que sucedió en el coliseo rojiblanco. Luego lo explico...
En cuanto a lo deportivo, el Atlético se impuso casi sin problemas a un Sporting que mira para abajo con miedo, en un partido que fue fiel muestra de lo que los dos equipos han sido a lo largo de la temporada. El Atleti, sin juego pero con mucha pólvora arriba (cuando llegan balones). El Sporting, con intención pero sin resultados. Poco más que decir, victoria que permite que se siga soñando con la Champions (la realidad en cuanto a puntos es mucho mejor que las sensaciones que se transmiten), con Forlán, Simao y Agüero como goleadores.
Pero lo importante del partido de ayer estuvo en la grada. Una grada mucho más vacía que de costumbre y que , como ya he dicho, tuvo una actitud que no me gustó del todo. Por una parte ,bien el respetable abucheando de principio a fin al equipo por la patética e inadmisible imagen que se dió en Santander. Además, se miró mucho hacía el palco, que era donde estaban parte de los verdaderos culpables de la crisis institucional que vive el club. Esto se repitió incluso cuando el equipo iba ganando. Ese posiblemente sea el camino a seguir para que el Atleti vuelva a ser lo que nunca debió dejar de ser, aunque queda mucho, muchísimo, para que eso ocurra.
Sin embargo, esos atléticos que estuvieron en el campo, seguro que tan colchoneros como yo, me decepcionaron profundamente cuando, mediada la segunda parte cambiaron su crítica por una ironía "cachondona". Y es que el tema es lo suficientemente serio como para tener que escuchar un ridículo "campeones campeones" en el Calderón, o eso de "que bote Cerezo". No, para cachondearse de nosotros ya están otros, algunos cerca (como el propio "pelucas"), otros más lejos (como la mayoría de los madridistas a los que hay que aguantar en el curro lunes tras lunes).
Pernía no se lo merece
Yo, que posiblemente he sido de lo más crítico con Mariano Pernía, porque sencillamente no es un jugador para un equipo de primera división, me sentí ayer avergonzado de lo que tuvo que vivir el jugador al saltar al Calderón. Vale que se le silbe porque, el pobre, no da una a derechas, pero el escarnio que tuvo que soportar Pernía no tuvo nombre, y no debería volverse a repetir. Ni siquiera en un jugador que no pertenezca a la disciplina rojiblanca.
Realmente la culpa no es de Pernía, sino de los que han llevado a cabo una penosa gestión deportiva que permite que jugadores que no dan la talla lleguen a nuestro equipo. Son a esos a los que habría que gritarles hasta que les estallasen los tímpanos, y no tomarla con Pernía, que desde que salió tuvo que soportar canticos insultantes que bordearon lo doloroso (su cara era un reflejo de lo mal que lo estaba pasando). No creo que se lo merezca, porque malo es, y mucho, pero nadie le puede reprochar que es de los que más entrega han demostrado a lo largo de la temporada (y de eso, no hemos andado muy sobrados, ¿verdad?).
Mal el Atleti, mal los dirigentes, mal la afición...¿¿a que nos agarramos ahora??.
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