Cerca del objetivo

El Atleti, en puestos de Champions

 

 

El Atlético de Madrid consiguió la sexta victoria en siete partidos en lo que era el partido más importante de la temporada para muchos. Con buen juego, aunque poca pegada, el conjunto colchonero superó al Valencia por un solitario tanto obra del uruguayo Forlán tras transformar un penalty inexistente de Cesar (un vikingo llorón) sobre el Kun Agüero. El 7 atlético se coloca con este tanto a tan sólo uno de Samuel Etoo en su lucha por el pichichi, con dos partidos por jugarse.

Abel Resino sorprendió colocando al checo Ujfalusi en el lateral derecho, dando entrada a Dominguez en el centro de la defensa. En frente del chaval, uno de los mejores delanteros de Europa, el "guaje" Villa. El resultado no pudo dejar en mejor lugar al Lince de Parla, ya que Ujfalusi aburrió a Mata en defensa y se sumó con peligro al ataque, mientras que el canterano estuvo perfecto y completó su primer gran partido (esperemos que nos sea el último) con la rojiblanca.

Sin embargo, en mi opinión, el mejor jugador atlético fue Paulo Assunçao. El portugués, criticado por sectores de la afición a lo largo de la temporada, se bastó para contener el medio campo colchonero y se hinchó a hacer kilómetros y a robar balones. Además, dio buena salida al balón cuando tuvo que hacerlo y se complementó a la perfección con Raúl García para imponerse claramente al medio campo valenciano.

El Valencia dejó una pobre imagen en el Calderón, impropia de un equipo que quiere jugar la Champions la próxima temporada. Unay Emery se vió superado tácticamente por Abel y sus jugadores claves, como Villa, apenas entraron en juego. Su mejor hombre fue Cesar, el portero, ya que sin sus paradas, el partido podría haber acabado con un marcador de escándalo.

Las postrimerías del encuentro están siendo polémicas a causa de la jugada del gol rojiblanco. El Kun Agüero se "lanzó a la piscina" al sentir el roce de Cesar y el árbitro picó. Parece que esta jugada sirve de justificación a los valencianistas para la derrota, ocultando así sus miserias que fueron muchas. Además, ¿nadie recuerda el penalty sobre Baraja de la primera vuelta que abría el marcador en Mestalla?. El único que reconoció la superioridad atlética y la justicia del resultado fue Unay, chapeau por él.

Con esta victoria, el Atlético se coloca en cuarta posición, volviendo a Champions en el momento álgido de la temporada. Ahora, quedan dos partidos en los que el equipo depende de si mismo ante conjuntos que no se juegan nada. Además, en la jornada del próximo sábado, hay un Villareal - Valencia que puede favorecer los intereses rojiblancos. Al final, tras una temporada llena de altibajos, en los que la irregularidad y los problemas han sido la nota dominante, el resultado final puede ser bastante bueno. El Atlético es, sin duda, una  auténtica (y bendita) montaña rusa de emociones.