¡¡Bendita Locura!!

Tercera remontada espectacular en el Calderón

 

 

¡Que segunda parte del Atlético de Madrid ante el Espanyol (Español para los castizos)!. ¡Que entrega!, ¡que lucha!, ¿y por qué no será siempre así?. El conjunto colchonero, que perdía 0-2 al descanso con un hombre menos, tiró de todo lo que tenía y apoyado en la renacida hermandad con la afición, se llevó un triunfo que deja la Champions a tiro para la final del próximo fin de semana ante el Valencia.

La primera parte del partido fue para olvidar para los intereses rojiblancos. El equipo estuvo desdibujado y para colmo, tuvo que aguantar los desaciertos del colegiado. Primero, porque expulsa a Perea en una jugada en la que no pita ni falta (que no digo que no la sea, y que quizá sea expulsión por juego violento, pero...¡¡¡no pita nada y luego lo expulsa!!. Estas cosas solo le pasan al Atleti...). Después, porque Pernía (ay! Mariano...) comete un penalty tan absurdo como exagerado por Iván Alonso.Y para finalizar, porque el trencilla se come una pena máxima clarísima sobre Agüero, quien no tiene suerte con los arbitrajes cuando juega contra los pericos. Asi con todo, 0-2 al descanso (goles de Nené y Jarque)  y el público con más ganas de irse a su casa que de quedarse a los 45 minutos restantes. Pobre del que se fuese...

Forlán, ese grandísimo jugador

Y como ya pasó ante Barcelona y Villareal, apareció Forlán, el uruguayo, el mejor jugador del Atleti en la temporada. Un disparo seco, durísimo, se coló por encima de Kameni y recortó distancias. El Atlético había salido enrrabietado, con el cuchillo entre los dientes. No había nada más que ver la cara de jugadores como Agüero para saber que creían en la victoria. Y sería el propio Kun quien en el minuto 60 empataría el partido al aprovechar un centro (¿¿quien dijo que fue un tiro??) de Pernía. 

A partir de ahí el partido entraba en una fase de locura, con un Espanyol que amenazaba con matar en cada contra y con un esfuerzo enternecedor de los jugadores atléticos. El Kun se peleaba y ganaba en cada uno de los encontronazos con los pericos. Forlán aparecía por delante y por detrás en un derroche de facultades físicas al alcance de muy pocos. El equipo apretaba los dientes y el público rugía como hacía tiempo no se veía por el Calderón.

Y al final, llegó el delirio. Minuto 92, pase en profundidad perfecto de Simao para que Forlán redondease su grandísima noche batiendo con seguridad a Kameni. El Atleti lo volvía a hacer, remontaba un partido que tenía muy cuesta arriba por tercera vez y se quedaba a un solo punto de la Champions con tres jornadas por disputarse. El equipo, esta vez si, se mereció el mejor de los aplausos, incluso habiendo empatado y se reconcilió con la afición como debe hacerlo, a base de juego y goles.

Lo mejor de la noche, se oyó en las ondas de la voz de Manolo Lama: ¡Papá!, ¡por esto somos del Atleti!.