Haciendo los deberes.

El Atleti, muy superior al Numancia

 

 

En los últimos años, cada vez que había una celebración en el Calderón, el equipo se la pegaba. En esta ocasión, por fin, el Atlético rompió la recha y venció al Numancia por 3-0, un marcador que no demuestra las dificultades de nuestro equipo para abrir la lata.

Y es que el Numancia vino al Calderón a hacer honor a su nombre y a levantar una muralla numantina en las inmediaciones del portero Juan Pablo. Un ejercicio de racanería futbolística importante por parte de Pacheta. Vale que no tengas un equipo potente, pero es que el Numancia ni siquiera intentó jugar a fútbol, por lo que se llevó un merecido castigo.

El Atleti, ante esta situación, se hizo dueño del partido muy pronto aunque evidenció los problemas que suelen aparecer ante estos equipos, falta fútbol en el centro del campo. Durante la primera parte, el equipo hizo un partido serio y poco más, con disparos peligrosos de Forlán y Maxi y poco más. Y en los aficionados rojiblancos, la idea de que la historia se volvería a repetir.

Pero no fue así, el partido por fin cambió de rumbo en el minuto 62, cuando un Banega recién entrado en el campo recortaba al defensa y superaba al portero castellano con un buen disparo. El argentino es un jugador que transmite algo, tiene más fútbol que cualquier centrocampista de la plantilla, pero no termina de arrancar. Cuando parecía que se hacía hueco en el equipo, se borró el solo (en el partido ante Villareal) y luego no ha tenido continuidad. En 10 días el Atleti ha de tomar una decisión sobre su futuro, y ahora mismo, 10 millones de € por él parece demasiado dinero.

Justo después del gol, el Numancia pudo empatar en su primer acercamiento serio, pero el árbitro colaboró con la causa rojiblanca y anuló el gol por inexistente fuera de juego. Luego Pacheta rajaría del árbitro, ¿acaso no recuerda el partido de ida con un penalty en el minuto 95?. Mejor jugar a fútbol algo más que luego andar llorando, amigo.

El Atleti entonces se lanzó a por el partido de la mano de un omnipresente Agüero, que va recuperando su mejor versión. Juan Pablo salvava al Numancia con un paradón buenísimo a tiro de Forlán, pero el charrúa no falla dos veces. En el 79, el uruguayo conseguía su gol número 21 y prácticamente cerraba el partido. Aún quedaría tiempo para que Simao, con mucha suerte consiguiese su gol, tras tocar el balón en un defensa.

El público se fue contento por una vez a casa tras una celebración. El equipo durmió la noche del Sábado en Champions y tan solo la victoria del Valencia el Domingo lo sacó de esa privilegiada situación. Ahora, tras muchos tropiezos, el Atlético se encuentra con muchas cosas favorables para conseguir (cuanto menos) la cuarta plaza, puesto que es el que mejor calendario tiene de todos los aspirantes. Esta semana, con jornada el Miércoles, puede ser clave en el devenir definitivo de la competición, de sacar los 6 puntos posibles, el equipo acabaría seguramente cuarto, y de ahí ya no se puede salir. Esperemos que la suerte nos acompañe.

PD: Por cierto, la gente, una vez más, no secundó la protesta. Y es que el Calderón, pese a amagos como el del día del Valladolid, sigue sin explotar. ¿Lo hará algún día?.